Na senda do exercício de recolha, seleção e divulgação de conteúdos escritos que foram alvo da minha atenção ao longo dos anos e olhando de relance para o arquivo de artigos de opinião que fui publicando e guardando noutros espaços que não este, apeteceu-me "repostar" este artigo publicado no jornal "El País", em 28.03.2013.
E a razão é tão simples como transparente:
há comportamentos sociais e hábitos culturais que nem os anos, nem as fronteiras (pelo menos no que diz respeito à latinidade dos países envolvidos) conseguem esbater ou alterar, mudando mentalidades e vícios culturais perniciosos para a saúde das sociedades com aspirações democráticas.
"En sociedades com frágiles mecanismos democráticos, al individuo sin capital social no le queda más remedio que conectarse a redes de influencia buscando atajos para superar sus carencias. Y se impone la corrupción."
"El viejo sueño de que la pertenencia a Europa impondría unos estándares en los que regiría la razón y la legalidad en nuestra sociedad parece haberse desvanecido. Ni siquiera la dictadura de la eficacia que parecía traer aparejada la globalización ha logrado alterar el sistema de relaciones que rige en nuestras instituciones. Desafortunadamente, como afirma el politólogo italiano Caciagli, el clientelismo tiene raíces profundas. Implica “un lenguaje, unos ritos, unos valores y símbolos, pautas de comportamiento y redes de relaciones aceptadas por una comunidad que comparte una mentalidad”. Se adapta bien a la mentalidad posmoderna siempre en búsqueda de soluciones flexibles orientadas a satisfacer las necesidades individuales, al declive de las ideologías, a la fuerza de lo local y a la personalización de la política. El cerrojo está bien echado y sus beneficiarios lo saben."
*profesor en la Universidad Pública del Estado de Washington
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